Cuando nuestros hijos comienzan a tener edad para usar el móvil, un mar de dudas asalta a los padres.
Móviles y niños: ¿riesgo u oportunidad?
Cuando nuestros hijos comienzan a tener edad para usar un teléfono móvil, un mar de dudas asalta a los padres. ¿Es aún demasiado pequeño? ¿Lo utilizará de manera correcta y segura? ¿Podrá aprovecharlo de alguna manera productiva?
Debemos tener claro que un smartphone no es un juguete, pero es completamente normal que un niño o adolescente sienta atracción por tener uno, ya que lo ven como un objeto con los que la gente adulta pasa mucho tiempo y resulta lógico que despierte su curiosidad. No hemos de ver la petición del niño como un reto, sino como una oportunidad para que aprenda y realce su creatividad.
La edad
¿Cuál es la edad idónea para comenzar a usar un móvil? Pese a que el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que uno de cada tres niños de 10 años ya tiene móvil, la mayoría de pedagogos y expertos infantiles señalan los 14 años como la edad más prematura para la utilización de estos dispositivos. Antes de esta edad, puede ser buena idea dejar que el niño se familiarice con el uso de tablets y smartphones, sobre todo con aplicaciones que desarrollen alguna de sus capacidades cognitivas, y siempre siendo el adulto el que lleve el peso del manejo. Esto puede ayudarle a desenvolverse en las nuevas tecnologías, algo fundamental y que le resultará útil tanto en su etapa escolar como, más adelante, en la profesional.
Muchos niños presionan a sus padres para que adelanten la compra de un teléfono móvil para ellos. Ya sea por imitación (un uso excesivo de los móviles por parte de los adultos de la casa o sus hermanos mayores) o por presión grupal (el niño querrá poder comunicarse mediante WhatsApp u otros servicios de mensajería instantánea con sus amigos), la petición del regalo de un móvil puede darse antes de lo deseado. Ante ello, debemos actuar con precaución y evaluar los pros y contras de su compra, y no tomar la decisión llevado por las presiones o chantajes del niño.
Los límites los pones tú
Antes de regalarle un móvil a tu hijo, debe tener claro que su uso será limitado y con las condiciones que acordéis los padres o tutores. Entre las limitaciones que han de exigirse a los menores están:
- La prohibición de acceder a contenido inapropiado para su edad.
- No usar el teléfono móvil en el colegio.
- Respetar las comidas y los momentos de ocio familiar.
- Evitar llevar el móvil a la cama como acción previa a los momentos de descanso nocturno.
- Prohibir terminantemente la realización de fotos o vídeos personales sin la supervisión de los padres. En ningún caso este contenido debe acabar en las redes sociales.
- No limitar el uso del teléfono al ocio. El niño debe aprovechar las posibilidades que ofrece un smartphone para el ámbito escolar y familiar.
Conviene dosificar el uso del móvil y aclarar este punto previamente a su compra. Una buena idea puede ser limitar el uso del smartphone a los fines de semana, siempre con la supervisión familiar, e ir ampliando ese periodo si el niño demuestra ser responsable y cumplir con las normas fijadas.
¿Qué móvil comprar?
Debemos sopesar cuál es la mejor opción a la hora de comprar el terminal para nuestro hijo y la tarifa de teléfono correspondiente. Un teléfono sencillo, que contenga las prestaciones suficientes para el uso que va a darle el menor y sea económico parece la opción más sensata. No tiene sentido comprar dispositivos que ofrezcan opciones que el niño no va a poder o saber utilizar, y comprar un móvil caro puede ser muy contraproducente si el niño no es lo suficientemente responsable, además de un riesgo si sale a la calle con él sin la compañía de sus padres.
En cuanto a las tarifas, resulta razonable que el niño utilice tarjetas prepago, para que se establezca un límite claro de lo que puede gastar mensualmente. Conviene también hacer al niño responsable del pago, utilizando su asignación o paga para hacer frente al gasto que conlleve el uso del teléfono, de tal manera que tome conciencia de la importancia de hacer un uso responsable del mismo. Puede incluso ser positivo que el niño afronte la reparación del móvil en caso de que sufra una avería o daño físico por su culpa, restringiéndole su uso hasta que no lo arregle.
Mantener controlado el uso del móvil
Como hemos comentado anteriormente, el niño debe tener claras las condiciones para el uso del móvil antes de la compra del dispositivo. Aún así, el uso de aplicaciones de control parental nos facilitará la tarea de que el niño utilice de manera segura el teléfono. Entre las más destacables se encuentran:
- : Permite tener un control de la actividad online de tus hijos y saber qué webs visitan o qué uso hacen de las redes sociales. Muy útil para identificar usos inadecuados del teléfono o detectar posibles acciones de cyberbulling.
- Screen Time: Esta aplicación nos dirá cuánto tiempo utiliza nuestro hijo el móvil, así como el que dedica a cada una de sus apps. Con los datos que nos ofrezca, podremos limitar el uso de ciertas apps o fomentar el de otras.
- SecureTeen: Con esta aplicación podremos denegar el uso de ciertas aplicaciones o el ingreso a determinadas webs desde el móvil de nuestro hijo. Ideal para impedir que el menor haga un uso inadecuado del terminal.
- Kids Place: Esta app nos será útil si nuestro hijo utiliza nuestra tablet o móvil, pues podremos crear una zona segura que evite el uso, instalación o desinstalación de las aplicaciones de nuestro dispositivo que nos interesen.
- Ignore No More: ¿Sospechas que tu hijo te está dando excusas cuando dice que no ha oído el teléfono cuando le llamaste? Con esta app, bloquearemos el uso de su teléfono hasta que nos devuelva la llamada.
Los adultos también debemos ser responsables y limitar el uso de estas aplicaciones. El niño no debe sentir que violamos su privacidad ni que le espiamos, y solo debemos utilizar estos medios para asegurarnos de que se cumplan las normas que hemos impuesto respecto a la utilización del smartphone y para garantizar la seguridad del menor.
Utilidad y responsabilidad
Aunque al principio podamos entender que la utilización de un teléfono móvil por parte de nuestro hijo puede ser peligrosa, debemos también entender que ofrece una oportunidad para que el niño sea responsable. Además, aunque el menor intentará que la mayoría del uso del teléfono sea para ocio, nosotros debemos animarles y orientarles para que lo aprovechen en sus estudios, tareas y como parte de su aprendizaje. De esta manera, canalizaremos la utilización del móvil de una manera positiva y provechosa, al mismo tiempo que nuestro hijo disfruta de juegos y aplicaciones que le ayudarán a desarrollarse en el plano social e intelectual.
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