Los smartphones que compramos vienen limitados en sus funciones por los fabricantes.
El secreto de Jailbreak o Root
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre root y jailbreak. Algunos de nuestros clientes nos han preguntado sobre estos dos términos, la utilidad de llevarlos a cabo y sus posibles consecuencias. Os vamos a dar algunas claves que aclararán las dudas más frecuentes sobre ellos.
Los smartphones que compramos vienen limitados en sus funciones por los fabricantes. Un usuario normal no tiene acceso a todo el potencial de su teléfono y algunas opciones del mismo no están disponibles. Por ejemplo: ¿has intentado borrar alguna aplicación de Apple o Google de tu móvil? Esta posibilidad está, en principio, inaccesible.
Un usuario normal no tiene acceso a todo el potencial de su teléfono y algunas opciones del mismo no están disponibles.
Jailbreak y root son dos términos similares (el primero referente a los dispositivos con iOS, el segundo a los Android) que significan precisamente hacer las operaciones necesarias para eliminar todas las restricciones de fábrica de nuestro dispositivo. Aunque tienen ciertas diferencias, la clave está en que nos van a permitir convertirnos en el administrador de nuestro teléfono con todos los permisos, sin limitaciones de ningún tipo.
clave está en que nos van a permitir convertirnos en el administrador de nuestro teléfono con todos los permisos.
¿Qué significa esto?
En los dispositivos de Apple, podremos instalar aplicaciones de terceros, no disponibles en la Apple Store y que, de otra manera, serían inaccesibles. Podrás, asimismo, modificar y eliminar cualquier app que tengas instalada, cambiar parámetros del sistema y personalizar tu dispositivo poniendo como único límite tu imaginación.. Por su parte, en Android, al realizar el root podrás dar permisos de administrador a cualquier aplicación, lo que permitirá su desinstalación o modificación, incluidas aquellas que nos vienen impuestas por el fabricante. Podremos también cambiar la configuración de elementos del hardware, actualizar o cambiar el sistema operativo o la ROM a nuestro antojo o eliminar la clásica pantalla de presentación que se activa al encender el móvil.
Como ves, todo esto suena muy bien, pero no es oro todo lo que reluce. Hacer jailbreak o root a tu móvil no es algo trivial: puede ser peligroso y, si no se tienen conocimientos suficientes, pueden desembocar en la pérdida de datos o, incluso, en la muerte de tu smartphone. Debemos entender que estos procesos no están autorizados por los fabricantes y que, por tanto, realizarlos anula la garantía de nuestros teléfonos; así pues, asumimos totalmente la responsabilidad en caso de proceder con ellos. Además, al tener todos los permisos en nuestro teléfono, también se los estamos otorgando a las aplicaciones que nos instalamos, lo que puede propiciar que virus o malware se instalen en nuestro dispositivo.
Por último, algunos usuarios se quejan de que su teléfono ha perdido estabilidad tras aplicarle un jailbreak o root, habiendo notado una ralentización de algunas aplicaciones, un consumo mayor de batería o dificultad para utilizar apps que utilicen la cámara o el micrófono del smartphone.
Estos procesos no están autorizados por los fabricantes y que, por tanto, realizarlos anula la garantía de nuestros teléfonos.
Entonces, ¿los beneficios que vamos a obtener compensan los riesgos descritos? Esta es una pregunta que solo tú puedes contestarte. En primer lugar, ni siquiera valores someter a tu teléfono a estos procesos si no conoces perfectamente el método adecuado para realizarlos. Nuestro consejo es claro: si vas a hacer jailbreak o root a tu teléfono, debes saber qué fin concreto persigues y si mejorará tu experiencia de usuario con el smartphone. Asimismo, debes ser consciente de sus riesgos y asumir las posibles consecuencias. Si ya es demasiado tarde, siempre puedes contar con Full Repairing para la reparación del teléfono.
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